Hoy, los estudiantes de nivel Medio Mayor exploraron las emociones. Además de este tema, cuentan con libros de clases que, al revisarlos y realizar actividades con los estudiantes, pude notar que son completos y fáciles de trabajar tanto en el aula como en casa. En cuanto a la comprensión y complejidad, los estudiantes siguieron las instrucciones de manera satisfactoria. Algunos fueron rápidos, otros a su propio ritmo y, aunque hubo algún error, este se debió más a las ganas de colorear que a la falta de comprensión de las actividades.
Es enriquecedor ver cómo se aborda el tema de las emociones en este nivel. Durante mis clases de práctica, he aprendido la importancia de validar las emociones de los estudiantes, ya sean positivas o negativas. Validar las emociones es fundamental para que los niños se sientan importantes y seguros en su entorno educativo. Por experiencia personal, sé que la falta de validación emocional desde pequeños puede llevar a la introversión. Por lo tanto, considero crucial crear un ambiente de confianza donde los estudiantes se sientan escuchados y comprendidos en sus emociones desde una edad temprana.
Al finalizar las actividades sobre las emociones, los estudiantes tuvieron que decorar una medusa de papel lustre y recortarla siguiendo una línea negra. Esta tarea estaba destinada a trabajar la motricidad fina. La mayoría de los estudiantes manejaba bien las tijeras, pero les resultaba difícil sostener el papel con firmeza para cortar a lo largo de la línea negra. Sorprendentemente, uno de los estudiantes con sospecha de TEA se sintió atraído por esta actividad y logró recortar con precisión a diferencia de sus compañeros. Desde esta perspectiva, sugiero a la docente del aula que realice más actividades lúdicas para este estudiante, quien podría beneficiarse de un enfoque más adaptado a sus necesidades.